El yogurt es un derivado lácteo logrado desde la fermentación de la leche por bacterias concretas que le dan un sabor propio, que a quien le agrada y está habituado a comer no cambia por nada. Lo que bastante gente no sabe es que aparte de ser sensual, el consumo de yogur puede producir diferentes beneficios para la salud.
Coopera para el buen funcionamiento del intestino por cuenta de las bacterias que asisten en su fermentación. Además de esto, es una genial fuente de calcio y proteínas debido a la leche. Ayuda a robustecer el sistema inmunológico y contribuye a prevenir la osteoporosis.
Existen muchos tipos de yogur en el mercado. Uno de ellos es el natural. Se hace solamente con leche fermentada y no contiene ningún género de adición de azúcar ni aditivo químico; y es considerado como uno de los tipos de yogurt más saludables a los que pdoemos tener acceso. De ahí que, su sabor no complace a bastante gente y es típicamente ácido. Otro sabor extensamente conocido es el yogurt desnatado. Consumido por quien desea adelgazar, presenta exactamente las mismas peculiaridades que lo natural, mas con menos concentración de grasa y calorías.
Un tipo de yogur que cayó en el gusto de la gente fue el heleno. Tiene una textura más mantecosa que el resto y un alto contenido de proteínas. Ciertos fabricantes emplean crema de leche para conseguir una consistencia más gruesa y, por consiguiente, hay que estar atentos a la naturaleza del producto.
El yogurt, así mismo, es una genial opción para ser consumido en el desayuno con frutas y cereales. Al tiempo, asimismo es buena opción alternativa para consumir en los descansos de el alimento y no quedarse muchas horas sin comer. Asimismo se puede emplear en recetas de pasteles, panes, batidos y vitaminas.