Un estudio reciente sugiere que los individuos que llevan demasiado tiempo practicando yoga pueden tener un mejor desarrollo mental en la vejez en comparación con los demás. Dependiendo del trabajo, la práctica de esta actividad a largo plazo podría modificar la estructura del cerebro hasta el punto de preservar contra el debilitamiento mental y la pérdida de memoria en personas mayores, especialmente entre las mujeres que hacen Yoga, denominadas yoginis.
Los investigadores se dieron cuenta de que las yoginis mayores tienen mayor espesor de la corteza prefrontal izquierda en las regiones cerebrales vinculadas a actividades cerebrales como concentración y memoria.
La estructura y la forma del cerebro cambian a medida que llegamos a la tercera edad, lo que a veces lleva al debilitamiento intelectual, que contiene memoria y atención dañadas. Uno de estos cambios cerebrales se atribuye ampliamente a la corteza cerebral, que se vuelve afinada, lo que los expertos han demostrado que está asociado con el declive mental. Estudiosos incluidos en la investigación demostraron que, como nuestra musculatura, el cerebro se expande por medio del entrenamiento. Como cualquier actividad contemplativa, el Yoga tiene un componente cognitivo en el que la atención y la concentración son especiales.
Los investigadores buscaban averiguar si los practicantes de Yoga a largo plazo tenían diferencias en estructura cerebral en comparación con personas mayores sanas que nunca practicaron Yoga. Para la nota, reclutaron un pequeño equipo de yoginis que había realizado Yoga al menos dos veces a la semana durante un mínimo de ocho años, aunque el equipo tuviera una media de más o menos 15 años de práctica.
De este modo, compararon a las yoginis con otro grupo de mujeres sanas que nunca habían hecho yoga o prácticas de concentración o reflexión, mientras que demostraron los mismos niveles de actividad física que afectan al mismo grupo de edad (unos 60 años).
El grupo revisó los cerebros de los participantes utilizando resonancia magnética para ver si había una distinción en las estructuras. Los estudiosos encontraron mayor espesor en la corteza prefrontal izquierda en los yoginis, en las regiones del cerebro vinculadas a funciones cognitivas como atención y memoria.
Debilitamiento de la memoria en la vejez es habitual, mientras que el ejercicio físico y las prácticas contemplativas pueden ayudar a mejorarla, así como frutas ricas en antioxidantes, frutas coloridas, vegetales de hojas verdes y semillas integrales, que protegen su cerebro de radicales libres perjudiciales, pueden colaborar demasiado en el mantenimiento de la memoria.