En el artículo explicamos lo que es la hipertensión gestacional, por el hecho de que ocurre y lo que puede hacer para supervisarla y reducir los peligros para su salud y su bebé.
Mucho más frecuente de lo que podemos pensar, la hipertensión es un problema de salud padecido por cerca del 7 por ciento de las mujeres embarazadas en el mundo. Esta enfermedad se identifica por un incremento de la presión de embarazos a más de 140/90 y puede crear problemas para la salud de la madre y del bebé.
Una de las primordiales peculiaridades de la hipertensión gestacional es que se genera en mujeres que, hasta el momento en que se quedan embarazadas, no presentan ningún cambio en sus niveles arteriales. De igual modo, la enfermedad tiende a desaparecer en poquitas semanas tras el parto. En la mayor parte de los casos, este problema médico se desencadena por la capacitación de la placenta, mas los primordiales agravantes son la mala nutrición y la carencia de ejercicios físicos a lo largo de la gestación.
Asimismo existen algunos factores que aumentan el peligro de hipertensión en los embarazos, como el sobrepeso, el embarazo tardío (más de treinta y cinco años) y el historial familiar de preeclampsia o bien presión alta. Para aquellos que manejan estas peculiaridades, se debe prestar más atención al peligro de hipertensión.
Mas, ¿qué causa esta enfermedad a lo largo de la gestación? Las futuras mamás hipertensas tienen un mayor peligro de tener inconvenientes con el desarrollo fetal, el desplazamiento de la placenta y el parto prematuro. Además de esto, si no se controla, esta enfermedad puede evolucionar cara eclampsia. Y, en un caso así, los peligros para la salud de la madre y de los hijos son bastante elevados.
Cuidados que deben tomarse
Para eludir que estos inconvenientes puedan entorpecer el embarazo y ocasionar daños a la salud de la madre o bien del pequeño, ciertos cuidados deben tomarse a lo largo de los 9 meses en los que el bebé sigue en crecimiento.
En casos de hipertensión gestacional no grave, en la que las tasas de presión no son demasiado altas, es posible supervisar la enfermedad con una dieta cautelosa, ejercicio y visitas periódicas al médico. En el menú de las futuras mamás, es indispensable que no falten frutas, verduras, verduras ricas en vitaminas y cereales integrales. Por otro lado, las comidas con mucho condimento, exceso de sodio, sal o bien grasas deben ingerirse con mucho cuidado.
Los productos industrializados, como la carne procesada, las hamburguesas, las salchichas y las comidas congeladas, asimismo deben pasar lejos del plato de las gestantes con inconvenientes de hipertensión. Eso es pues estos comestibles acostumbran a contener altos niveles de sodio y sal, que aumentan el volumen de sangre en las venas y retienen líquidos para intentar compensar el proceso.
Otra substancia peligrosísima en el embarazo gestacional es el azúcar. Su consumo excesivo acostumbra a acrecentar los niveles de ácido úrico en el organismo, ocasionando cambios en el recubrimiento de las arterias y elevando la presión. Además de esto, el elevado consumo de azúcar está relacionado directamente con el incremento de peso. Y la obesidad causa un proceso inflamatorio extendido en el cuerpo, responsable de la complejidad de la circulación sanguínea y de la elevación de los niveles de ácido úrico (que aumentan todavía más la presión).
Por tanto, es fundamental que las mamás con inconvenientes de hipertensión hagan un seguimiento periódico con nutriólogos y se tomen muy de verdad el proceso prenatal. Para asistir en este control de los alimentos consumidos, merece la pena prestar atención a las etiquetas y envases de los productos, en tanto que allá se pueden hallar las informaciones y cantidades de los condimentos, grasas y azúcares de todo cuanto las embarazadas desean consumir.
En el caso de las personas que padecen hipertensión gestacional grave, cuando la presión es más alta, los médicos asimismo deciden supervisar la enfermedad con antídotos, aparte de la nutrición controlada y, en ocasiones, de reposo. Mas esta situación es más extrema, y solo ocurre en la minoría de los casos.
No obstante, siempre y en todo momento es bueno rememorar que, aparte de supervisar la presión de forma regular en las consultas médicas y en casa, las mujeres embarazadas con inconvenientes de hipertensión asimismo deben prestar atención a cualquier signo de progresión de la enfermedad. Si se dan cuenta de cualquier síntoma, como cefalea, dolor abdominal, contrariedades visuales, sangrado o bien reducción del movimiento del bebé, se debe buscar de forma inmediata un médico.
Si la hipertensión en el embarazo es su caso, sencillamente preste atención a las instrucciones de su médico y siga los consejos de nutrición y ejercicios para su caso. Al seguir todos y cada uno de los cuidados, no vas a tener de qué preocuparte.