Fiebre Amarilla – Mitos y Realidades

Mitos y verdades sobre la fiebre amarilla

Los síntomas de la fiebre amarilla son, al comienzo, muy similares a los de la gripe.

Todos y cada uno de los casos de fiebre amarilla registrados en nuestros días son trasmitidos por mosquitos que viven en los bosques y en el borde de los ríos, llamados Haemagogus y Sabethes. Son los responsables del “ciclo silvestre” de la enfermedad, el único registrado desde mil novecientos cuarenta y dos.

Aparte de estos transmisores, otro mosquito bien conocido por nosotros asimismo puede pasar el virus de la fiebre amarilla a la gente: el Aedes Aegypti-una especie que vive en las urbes y no en las zonas rurales. Mas no es preciso desesperarse, pues la epidemia actual no ha registrado ningún caso de infección por esos mosquitos.

Como los mosquitos son los únicos responsables de la transmisión de la enfermedad, no corren el peligro de extender la fiebre amarilla por todo el país, mas la vacunación es fundamental para eludir que una persona inficionada acabe llevando el virus al “ciclo urbano”. Un ejemplo: si una persona con fiebre amarilla viaja a una zona urbana y es picada por Aedes Aegypti, el mosquito va a recibir el virus y va a poder transmitirlo a otra persona. Mas los mosquitos hoy en día perjudicados no son capaces de subsistir en zonas urbanas, conque solo transmiten la enfermedad a personas y animales que viven en zonas rurales. Por tanto, la epidemia puede eliminarse con la vacunación precautoria adecuada, singularmente de aquellos que salen de zonas con alto peligro de contaminación.

¿Quién puede obtener la vacuna?

La vacuna contra la fiebre amarilla es muy eficiente y está indicada para pequeños mayores de nueve meses y adultos hasta los sesenta años. Se toma en dos dosis, con un intervalo de diez años para los adultos, y para los pequeños se precisa una segunda dosis a los cuatro años. Los ancianos asimismo pueden percibir la vacuna, mas ha de ser indicada específicamente por un médico que evalúe el estado del paciente.

¿Cuáles son las contraindicaciones?

En el caso de las mujeres embarazadas y de las que estén dando el pecho, la vacuna no debe tomarse salvo que un médico realice una evaluación diferente. Los bebés menores de 6 meses tampoco han de ser vacunados.

Asimismo existen contraindicaciones para los alérgicos a la proteína del huevo y los pacientes que reciben quimioterapia y radioterapia.

Resulta conveniente rememorar que cada caso es único y que todos deben preguntar a un médico para conocer más detalles sobre sus indicaciones para la vacuna.

¿De qué forma sé si me he contagiado?

Los síntomas de la fiebre amarilla son, al comienzo, muy similares a los de la gripe. Las personas infectadas pueden tener fiebre, dolores anatómicos, cefalea, náuseas y vómitos. Tras 2 o bien 3 días, la enfermedad cambia de fase y, en la enorme mayoría de los casos, los pacientes comienzan a progresar.

No obstante, en los casos más graves, la fiebre amarilla puede evolucionar a su forma más grave, que afecta a los riñones y al hígado. En esta fase asimismo se genera ictericia (aspecto amarillento que llama a la enfermedad) y pueden generarse hemorragias en órganos y en las mucosas.