Detestamos acotar la hipnosis como un estado de conciencia en el que se reduce la conciencia y la atención, dando una mayor capacidad de contestación a la sugerencia. El empleo de esta técnica, que tiene como finalidad terapéutica, se conoce como hipnoterapia.
Tratándose de hipnotismo, la enorme mayoría de la gente piensa en poderes paranormales y en el ritual de la magia. Mas hoy en día, esta técnica se emplea extensamente en el campo de la medicina para el tratamiento de diferentes males, como úlcera, gastritis, gaguera, ansiedad, alergias, alcoholismo y depresión, y ofrece una nueva perspectiva sobre la cura de enfermedades. Muchos médicos prescriben sesiones de hipnoterapia para sus pacientes con el objetivo de prosperar los resultados de los tratamientos usuales.
El hipnotismo es una técnica vieja que deja al profesional entrar en contacto profundo con el inconsciente de un individuo, haciendo que sus mecanismos de defensa sean desbloqueados.
Lo que sabemos es que el éxito de la aplicación de esta clase de tratamiento depende del estado mental de cada paciente. Eso quiere decir que ha de estar verdaderamente presto a efectuar el tratamiento, pensar en la cura, jamás desalentarse en frente de cualquier complicad, tener voluntad de vivir y fuerza para superar el dolor.
A lo largo de cada una de las sesiones de hipnotismo, se minimizan ciertos inconvenientes, como el dolor, la depresión, el sufrimiento, el temor y la tristeza. Esto es debido a que el paciente termina siendo receptivo y sugestionable a lo largo del periodo en que está en trance, y es capaz de aprender a pasar sobre cualquier cuestión personal y lograr de forma más positiva, plena y sana.
La duración de cada una de las sesiones es diferente y cambia de un caso a otro. Además de esto, el tiempo de tratamiento cambia. Mas, conforme médicos especialistas, con solo unos meses de utilización de esta técnica es posible lograr resultados significativos.