Cáncer de pulmón: la detección precoz mejora la supervivencia

Expertos recuerdan que los controles médicos ayudan a controlar esta enfermedad, principal causa de muerte por cáncer en todo el mundo

En un 70% de los casos, la enfermedad se detecta cuando ya está avanzada y con pocas probabilidades de curación ya que en general, no produce signos ni síntomas en los estadios más tempranos.

“El cáncer de pulmón es una patología en donde se producen mutaciones del ADN generalmente en las células que revisten los bronquios y otras partes del pulmón, como los bronquiolos o los alvéolos en donde se modifica la función para la que estaban predestinadas y comienza un crecimiento descontrolado”, explicó el doctor Darío Niewiadomski, médico oncólogo, miembro de la Sociedad Argentina de Cancerología, que precisó que hay dos tipos principales: cáncer de pulmón de células pequeñas y cáncer de pulmón de células no pequeñas. Estos dos tipos crecen de manera diferente y se tratan de manera diferente. El cáncer de pulmón de células no pequeñas es el tipo más común.
El experto brindó datos relevantes sobre el crecimiento de la enfermedad en el mundo:

-Es la principal causa de muerte por cáncer en el mundo, tanto en hombres como mujeres.
-La incidencia a nivel mundial es de 2.200.000 pacientes por año.
-La mortalidad a nivel mundial es de 1.800.000 pacientes por año.
-La incidencia en Argentina se estima en 13.000 diagnósticos de cáncer de pulmón por año y la mortalidad en el país ronda los 11.000 pacientes anualmente.

Según datos del Instituto Nacional de Cáncer (IARC), el cáncer de pulmón es uno de los cánceres más frecuentes a nivel mundial y también es el que más mortalidad genera. Solo en la Argentina y según las últimas estadísticas, la incidencia de esta enfermedad asciende a 11.595 casos, afectando en mayor medida a personas de entre 60 y 65 años, sin distinción de sexos.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS), sostiene que el cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo, ya que ocasiona cada año 10 millones de defunciones. En relación con el cáncer de pulmón, el tabaquismo es el principal factor de riesgo y ocasiona aproximadamente el 25% de las muertes por cáncer.

Causas y factores de riesgo:

En cuanto a las causas, los profesionales y organizaciones señalan que el tabaquismo es el principal responsable de la mayoría de los casos de cáncer de pulmón, ya se trate de fumadores directos o activos como de fumadores indirectos o pasivos. Sin embargo, esta enfermedad también puede presentarse en personas que nunca fumaron ni estuvieron expuestas al humo de cigarrillo.
“Al inhalar el humo del cigarrillo, que está compuesto de sustancias que producen cáncer o carcinógenos, se producen alteraciones en el tejido del pulmón casi de inmediato. Al principio, el organismo puede reparar ese daño, pero, con el tiempo, las células comienzan a actuar de manera anómala, lo cual puede derivar en un cáncer. El tabaco también puede dañar a otros órganos del cuerpo, como el corazón, los vasos sanguíneos, los órganos genitales, la boca, la piel, los ojos y los huesos”, precisó la doctora Valeria el Haj, directora Médica Nacional de OSPEDYC, que destacó que el riesgo de padecer esta enfermedad aumenta de manera proporcional a los años durante los cuales se mantuvo este hábito y a la cantidad de cigarrillos consumidos por día. “Dejar de fumar a cualquier edad puede disminuir considerablemente el riesgo de padecer cáncer de pulmón”, remarcó la profesional.
“Fumar es el factor de riesgo más importante para el cáncer de pulmón. Fumar tabaco causa cerca de 9 de cada 10 casos de cáncer de pulmón en hombres y 8 de cada 10 casos en mujeres. Mientras más temprano en la vida empiece a fumar, más tiempo fume y más cigarrillos fume por día, mayor será el riesgo de cáncer de pulmón. Si uno deja de fumar, el riesgo será menor del que tendría si hubiera seguido fumando, pero aún tendrá un mayor riesgo que aquellos que nunca han fumado. Respecto al humo de segunda mano, también conocido como inhalación pasiva de humo, consiste es la combinación de humo que sale de un cigarrillo y el humo que exhala un fumador. Cuando lo inhala, está expuesto a los mismos agentes cancerígenos que los fumadores, aunque en cantidades más pequeñas”, agregó Niewiadomski.
Además del tabaquismo, existen otros factores de riesgo que pueden tener que ver con la aparición de esta enfermedad. En este sentido, El Haj, recordó que tener antecedentes familiares de cáncer de pulmón y la exposición al asbesto y a otras sustancias carcinógenas (como el arsénico, el cromo y el níquel) pueden aumentar el riesgo, sobre todo en personas fumadoras.

Tratamientos para la enfermedad

En la actualidad, nuevos abordajes en su diagnóstico y tratamiento abren un esperanzador panorama para los pacientes. Según precisó el doctor Niewiadomski, la cirugía, quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia, terapia con láser, que utiliza un rayo láser para eliminar las células cancerosas, son algunos de los tratamientos para enfrentar la enfermedad. “Clásicamente la cirugía implicaba una herida importante, con separación de las costillas. Hoy existen técnicas modernas con abordajes mini-invasivos a través de video-toracoscopía. Con el uso de una cámara de 1cm y equipamiento especifico se puede realizar la misma cirugía por incisiones pequeñas favoreciendo una recuperación mas rápida y menor dolor postoperatorio”, completó el doctor Guillermo Puchulo, especialista en Cirugía torácica del Hospital Universitario Austral.
Y detalló: “La terapia dirigida utiliza medicamentos u otras sustancias que atacan células cancerosas específicas con menor daño a las células normales. La terapia fotodinámica, utiliza un medicamento y un cierto tipo de luz láser para eliminar las células cancerosas. La criocirugía utiliza un instrumento para congelar y destruir tejido anormal. Y la electro-cauterización es un tratamiento que utiliza una sonda o aguja calentada por una corriente eléctrica para destruir tejido anormal.
Diego Lucas Kaen (MP1898), director del Departamento de Investigación Clínica del Centro Oncológico Riojano Integral, explicó: “Buscamos cronificar el cáncer de pulmón, al igual que se ha hecho con la diabetes, la hipertensión y otras enfermedades. Los avances en diagnósticos más precisos sumado a terapias dirigidas mejoran la sobrevida de los pacientes. Pero, paso a paso, todo en realidad apunta a cronificar el cáncer en general.”
El cáncer pulmonar rara vez muestra síntomas en etapas iniciales y si llega a manifestar síntomas suelen ser inespecíficos, por los que el paciente suele ignorarlos o confundirlos con otras patologías. Algunos de los síntomas pueden ser: tos persistente, cambios en la voz, presencia de sangre en catarro, dificultad respiratoria, pérdida de peso, fatiga y puntadas o dolores cuando se respira o tose.
El doctor Gonzalo Recondo (MN 134284), coordinador de la Unidad de Oncología Torácica del CEMIC, señaló que el cáncer de pulmón “se suele diagnosticar cuando ya presenta metástasis debido a que no da habitualmente síntomas en estadios tempranos o localizados. Pero cuando presenta síntomas en general se encuentran localmente avanzados o presentan metástasis que conlleva a algún tipo de compromiso clínico. El diagnóstico temprano o rápido es importante porque permite iniciar un tratamiento a la brevedad y permite mayores tasas de curación.”
Entre los factores que aumentan el riesgo del cáncer de pulmón se encuentra principalmente el tabaquismo. El riesgo de desarrollar cáncer de pulmón entre los fumadores es 10 a 30 veces mayor que entre las personas que no fuman. “Las principales medidas para controlar y prevenir la enfermedad se deben enfocar en campañas de cesación de tabaco, sumado a medidas que contribuyan a disminuir el consumo de cigarrillo. Además, del control del asbestos, radón y otros contaminantes ambientales. Pero fundamentalmente para el control de la enfermedad es importante mejorar el diagnóstico y lograr que se detecten los tumores de pulmón en estadios más tempranos”, concluyó Recondo.

Prevención

No existe una forma segura de prevenir el cáncer de pulmón, pero es posible disminuir los riesgos si se hace lo siguiente:
● No fumar o dejar de fumar.
● Evitar el humo de segunda mano.
● Evitar la exposición a los carcinógenos.
● Seguir una dieta con muchas frutas y vegetales.
● Hacer ejercicio de manera frecuente.
● Evitar el consumo nocivo de alcohol.

Víctor Ingrassia
infobae.com